Cuatro recomendaciones para impedir el delito - Pregunta 4 TA 3

1.  Las empresas deberían redactar visiones y misiones que ayuden a comprender que la compañía en sí no es un fin, sino un medio. Por lo tanto, trabajar dentro de un marco ético que busque el bien de las personas (stakeholders) y no sólo de la compañía. Además, deberían redactar códigos de ética que sean implementados y reconocidos por todos los colaboradores, comenzando por los que ocupan puestos más altos, ya que son ellos los que influyen más en el establecimiento de la cultura organizacional.
2.   Además, se deberían implementar talleres de capacitación y formación ética. De este modo se puede entrenar al personal a tomar mejores decisiones y a reconocer mejor cuando se está frente a un dilema ético, y a resolverlo con mejores herramientas que únicamente el sentido común o los intereses personales. La intensidad de estos debería ser gradual dependiendo del cargo, mientras más responsabilidades e independencia dentro de la compañía se deberían tener entrenamientos más formales y profundo ya que son sus decisiones las que afectan en mayor escala a la empresa. Mientras quienes ocupan puestos con trabajos más operativos se pueden guiar de las maneras de sus guías.
3.  Para poder medir el impacto de los entrenamientos también se deben implementar evaluaciones y auditorías constantes. Las auditorías se deberían hacer por diferentes entes para que sus resultados no halla sesgo. De este modo no sólo se puede ver cómo es que la implementación del entrenamiento en ética va, sino que en conjunto se puede encaminar al personal a seguir la visión y misión de la compañía. Además,  se reconocería la utilidad e importancia del código de ética.
4.  Por otra parte, se puede tener en cuenta trabajar en el marco de alianzas con las comunidades dentro de las cuales la organización funciona. De este modo se puede lograr reconocer la situación en la que la compañía opera y cómo es que esta influye en su ambiente. Esto haría que se alcance cierto grado de conciencia y reconocimiento para que se haga más difícil tomar decisiones que afecten a los stakeholders externos por actuar dentro de un marco no ético.